El oso de anteojos está clasificado como especie vulnerable en la Lista Roja por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, y tiene esta misma categoría para Colombia a través de la Resolución 1912 del 2017 del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, los principales factores de amenaza son la destrucción y fragmentación de su hábitat natural, la caza furtiva y la falta de conocimiento sobre él.
Entre las amenazas se encuentran el conflicto entre los humanos y los osos, cuando éstos, consumen cultivos o atacan animales domésticos, lo cual provoca represalias como la caza ilegal, lo que es un problema del resultado de la ocupación del hábitat natural de esta especie. Es un deber de todos proteger este animal y su ecosistema, evitar la tala y la extracción de especies de fauna y flora silvestres.
Muchos osos de anteojos viven en áreas protegidas o reservas naturales. Es endémico de los Andes tropicales y nativo de Colombia, Bolivia, Ecuador, Perú y Venezuela. Su rango geográfico abarca toda la cordillera de los Andes desde el oeste de Venezuela hasta el noroeste de Argentina. Muy adaptable, el oso de anteojos prospera en muchos tipos de hábitats terrestres, desde 250 a 4,750 metros de altitud.–