Salvatore Mancuso llegó a Colombia la tarde del 27 de febrero bajo estrictas medidas de seguridad. Luego de llegar a Bogotá y tras cumplir una condena de 15 años de prisión en Estados Unidos, las autoridades lo trasladaron de inmediato al centro penitenciario La Picota, donde se encuentra recluido. El exjefe militar llegó al país para responder ante la Jurisdicción de Justicia y Paz y la Fiscalía Nacional De la República luego de ser acusado de varias actitudes ilícitas.
Mediante una carta, Mancuso menciona que se mantendrá en disposición de las autoridades:“Me pongo a disposición de estas justicias con la plena confianza en que son garantistas de los derechos fundamentales, de mi derecho fundamental a la vida y del Estado social de derecho. Soy consciente que mi retorno es un desafío para los mecanismos transicionales de juzgamiento y cooperación interjurisdiccional”, se lee en el documento.
Horas después de la llegada de Mancuso, el expresidente Álvaro Uribe planteó el tema y recordó que fue extraditado luego de descubrir que continuaba delinquiendo mientras se encontraba en la prisión de alta seguridad de Itagüí. “Cumplí el deber por encima de advertencias de venganza y Estados Unidos aceptó nuestra exigencia de acceso a sus cárceles para funcionarios del Estado colombiano y para los ciudadanos”, dijo.
Además, el también exsenador aseguró que Salvatore Mancuso falta a la verdad y negó haberse reunido en algún momento con él.
