El humo de los incendios forestales es uno de los factores que más incurre en el daño irreparable a los pulmones, incluso al cerebro, así lo demuestran las pruebas y estudios realizados por varias universidades de los Estados Unidos.
Cada vez son más las personas que presentan afecciones en su salud tales como enfermedades neurológicas, problemas en los riñones, pulmones entre otros órganos del cuerpo. Aunque se trata de un campo de investigación científica relativamente joven, la respuesta parece ser positiva frente a las consecuencias del humo.
Si bien los daños potenciales dependen de la edad, la distancia al incendio, la cantidad de exposición al humo e incluso las características del incendio, es un hecho que aumenta los riesgos de infarto de miocardio e ictus, dificultar la concentración, reducir la capacidad del organismo para combatir infecciones y provocar inflamaciones en los pulmones, los riñones, el hígado y probablemente otros órganos.
“Aunque el impacto de la contaminación del aire en general sobre la salud humana se conoce desde hace tiempo, sólo recientemente hemos empezado a comprender el impacto que tiene el humo de los incendios forestales sobre la salud humana”, afirma Anthony White, neurocientífico de la Universidad de Queensland (Australia).