Vivir una vida digna requiere satisfacer algunas necesidades que, más allá de los lujos que cada quien quiera añadir, son esenciales. A diario las personas deben comer tres veces al día, vivir en una casa, movilizarse en transporte público o carro, tener un trabajo, tener ropa, hacer actividades de ocio, entre otras cosas.
Es por esto, que un grupo de investigadores calculó el impacto material que tiene vivir de esta manera. Para esto, consideran un estándar creado en 2018 llamado Niveles de Vida Dignos, en el que se establecen algunas condiciones materiales para tener una vida digna. Se consideraron aspectos como el refugio, la nutrición, la ropa, la higiene, la educación, la atención sanitaria, la comunicación, la movilidad y los servicios colectivos.
De acuerdo con la investigación, una persona ocupa en promedio 15 m2 en una vivienda, en comida requiere 22 kilogramos (kg) de carne roja, 270 kg de papa, 179 kg de leche, entre otras. En ropa, usan 2,4 kg al año, en higiene se usan 50 litros de agua al día y en transporte más de 8.000 toneladas-kilómetro.
Con todo esto, una persona necesitaría generar seis toneladas de residuos al año. Pero si se hacen algunos ajustes en el estilo de vida, como vivir en una casa con varias personas, utilizar el transporte público o la bicicleta y teniendo una dieta vegana, ese impacto podría reducirse a tres toneladas al año.
Los investigadores consideran importante tener estas mediciones en cuenta para ajustar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y las metas climáticas a 2030, pues hay retos en la transición energética que también requieren de muchos materiales y podrían incrementar ese impacto.