Prosperidad Social rediseñó la forma de realizar las auditorías ciudadanas que se hacen periódicamente a las obras de Infraestructura Social financiadas por la entidad, utilizando diferentes tecnologías, mecanismos alternativos y canales de comunicación, atendiendo a las medidas de distanciamientos social y normas de bioseguridad, para seguir privilegiando que los ciudadanos hagan control social a la ejecución de proyectos de inversión pública con el fin de hacerlos transparentes y eficientes, involucrando directamente a los beneficiarios.
“Las auditorias visibles son una estrategia de participación social desarrollada por el Gobierno nacional. Son tres las auditorías que se realizan a lo largo de la ejecución de las obras, al comienzo para socializar el proyecto, una segunda para revisar avances y escuchar las observaciones de la comunidad y una auditoria final para evaluar la satisfacción de los beneficiarios y hacer entrega de recomendaciones de uso y sostenibilidad de las obras. Así garantizamos que la ejecución de los recursos aportados por Prosperidad Social correspondan al cumplimiento de lo pactado con las Entidades Territoriales y den respuesta a las necesidades sentidas de las comunidades en cuyos sectores se adelantan las obras”, explicó la directora general de la entidad, Susana Correa Correa.
La situación de emergencia sanitaria y ambiental ha impedido que se adelante ese encuentro directo con los beneficiarios. Sin embargo, dentro del proceso de reactivación de los programas y proyectos, las auditorías se trasladan al campo de lo virtual para realizarlas de manera atípica.
La subdirectora general de programas y proyectos, Ana María Palau, explica que: “Con las auditorías continuamos siendo la entidad más cercana a la población y aprovechando las tecnologías de la comunicación adelantamos los recorridos usando el audiovisual, nos reunimos con los actores a través de videollamadas, con la participación de funcionarios del equipo social de la entidad, directores regionales, los veedores ciudadanos, interventores, las alcaldías, y respondemos con el mismo entusiasmo a los requerimientos de los ciudadanos. Ellos reciben las obras, se les dan las indicaciones de cuidado y los entes territoriales se hacen cargo de ellas con un plan de sostenibilidad”.
Desde la reactivación de las auditorías visibles atípicas ya se han realizado 71 eventos en 67 municipios de 22 departamentos. Para el mes de agosto se proyectan 19 más.
En estas auditorías se entregaron al cuidado de la comunidad y de las autoridades territoriales obras como pavimentaciones de vías urbanas, ampliaciones y remodelación de instituciones educativas, salones comunales, canchas sintéticas y escenarios deportivos, parques y adecuaciones de espacios recreativos.
“Prosperidad Social no se detiene. En medio de la pandemia y acatando todas las medidas preventivas, hemos trabajado para garantizar que la población colombiana que vive en condición de pobreza y vulnerabilidad cuente con los recursos, las herramientas y las obras necesarias para sobrellevar los efectos que ha traído esta pandemia. Desde que inició la emergencia por COVID-19, hemos estado ajustando los programas y las actividades para que la oferta social pueda seguir llegando a nuestra población objetivo, priorizando la salud y el bienestar de todos”, dijo Correa Borrero.