Las acusaciones que el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández tiene y por las que se realizará el juicio en una corte federal en Nueva York el 20 de febrero son; acusaciones de conspiración para importar cocaína a Estados Unidos, conspiración para poseer armas de fuego y dispositivos destructivos, así como posesión de ese tipo de armamento. Si es hallado culpable, podría enfrentar cadena perpetua por cada uno de los cargos.
Según los fiscales estadounidenses, Hernández y otros coacusados, incluidos miembros de su familia y colaboradores cercanos, participaron en una “conspiración de narcotráfico corrupta y violenta” para facilitar la importación de grandes cantidades de cocaína a Estados Unidos. Se alega que Hernández recibió millones de dólares en sobornos para utilizar su cargo público, las fuerzas del orden y el ejército en apoyo a organizaciones de narcotráfico en Honduras, México y otros lugares.
Hernández se ha declarado inocente de los cargos. Otros implicados en el caso, como el exjefe de la Policía Nacional de Honduras, Juan Carlos “El Tigre” Bonilla, y Mauricio Hernández Pineda, primo del expresidente, han optado por declararse culpables del delito de conspiración para importar cocaína a Estados Unidos en acuerdos que no incluyen testificar en contra de Hernández
