En el marco del exitoso rescate llevado a cabo en la Sierra Nevada de Santa Marta por la Cruz Roja y el Ejército, destaca una persona en esta loable misión que permitió traer de vuelta con vida, el martes 19 de marzo, al parapentista Julio Bermúdez. El guía profesional, Santiago Aparicio, no solo socorrió y asistió al deportista accidentado en el Pico Colón, sino que también arriesgó su propia integridad física para cuidarlo y permanecer a su lado durante siete días y seis noches, a más de cuatro mil metros de altura, enfrentando condiciones climáticas adversas, especialmente por las noches, en el macizo montañoso.
Debido a las graves lesiones sufridas en el tórax y las costillas, Julio no podía moverse. En ese momento, Santiago Aparicio se enfrentó a una difícil decisión: informar a las autoridades y retirarse del lugar, o quedarse y exponerse para hacer todo lo posible por evitar un desenlace fatal para el parapentista. Santiago tomó la valiente decisión de quedarse en la montaña esperando a que una brigada de rescate los encontrara y ayudara a Julio Bermúdez.
Su padre, Yerson Aparicio, apoyó la determinación de su hijo y le pidió que se cuidara para que ambos pudieran regresar sanos y salvos. A pesar de la preocupación, la familia estaba orgullosa de la valentía y humanidad demostradas por Santiago. Finalmente, después de seis días, fueron encontrados por la brigada de rescate.