En Chile ya van entre 3.000 y 6.000 viviendas calcinadas por los incendios, algunos de los cuales han sido intencionados en los departamentos de Valparaíso, O’Higgins y la Araucanía. El presidente de Chile, Gabriel Boric, ha declarado el estado de excepción debido a una grave emergencia causada por incendios forestales en la región costera.
Se teme que el número de víctimas sea alto, con cientos de personas desaparecidas. Cerca de 1.400 bomberos han sido desplegados en la zona, con el apoyo de personal militar y voluntarios. Muchos de los afectados por el fuego estaban de vacaciones de verano en la región. Este es el mayor desastre que enfrenta Chile desde el terremoto de 2010, que dejó 432 muertos y 2 millones de damnificados.
El gobierno ha solicitado a la población a no viajar a las zonas afectadas, y se ha implementado toque de queda en varias comunas para facilitar las labores de rescate y seguridad. Por último, Boric ha enfatizado que las prioridades son salvar vidas, controlar los incendios, recuperar cuerpos, proporcionar apoyo a las víctimas y mantener el orden público con la ayuda de las fuerzas de seguridad.