Fuentes militares confirmaron que 18 soldados serán retirados del Ejército por los hostigamientos a los pobladores de la vereda Bocas del Manso, en Tierralta, Córdoba, el pasado 11 de septiembre, los uniformados salen por falta de mando y control, y por omisión de sus funciones.
El comandante de la brigada 11 José Edilberto López, el coronel de operaciones, y el comandante del batallón 33 Junín eran los coroneles que hacían parte del grupo de uniformados.
“Lo registrado en los videos y los resultados de la inspección determinaron que los procedimientos efectuados, fueron totalmente contrarios al actuar institucional, trasgrediendo las normas, las leyes y la doctrina militar, al realizar actos inapropiados en contra de la población civil, emplear prendas no autorizadas, cubrirse el rostro, usar inadecuadamente las armas de la República, entre otros aspectos tácticos militares”, dijo el Ejército en un comunicado.
Según las fuentes, los uniformados se encontraban en la zona porque iban a realizar un allanamiento para ubicar caletas, armas y temas relacionados con narcotráfico del Clan del Golfo. Sin embargo, aunque confirmaron que los militares salen por falta de mando y control de la institución, el general Óscar Leonel Murillo, comandante de la Séptima División, que estaba a cargo de la operación militar en Tierralta, Córdoba, seguirá en el cargo.